Description

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Con su sedoso, cabello rubio, color miel y ondulado con gracia en las puntas y rulos, sus ojos de un azul cielo, su carita sonrosada y sonriente con el viento atrapado en las mangas un poco inflados de su vestido de lino, Ella tiene la apariencia de un peque o ngel con las alas medio abiertas y lista para volar. En su mano, Ella lleva un ramo de flores silvestres, amapolas, acianos y otros del campo de ma z, y cuando ella se acerca a su madre, se echa a correr, gritando con alegr a como una palomita y termina su vuelo en las rodillas de su madre, que las abre a recibirla. Ana deja a un lado su costura y abre los brazos para abrazarla. "Mam , mam " dice la peque a paloma, de pie en el pasto corto, con la cara hundida en el regazo de su madre d nde's lo sus cabellos de oro se pueden ver en la nuca de su cuello, sobre el cual Ana inclina a besar con cari o. Entonces Mar a levanta la cabeza y le ofrece las flores a su mam y de cada flor, Ella cuenta una historia que ha creado: - Esta azul y grande -, dice ella -es una estrella que ha bajado del cielo para traer el beso del Se or a mi mam . Aqu besad esta peque a flor celestial all , en tu coraz n, y ver's que su sabor es de Dios - - esta otra, que es un azul m's p lido como los ojos de pap , ha escrito en sus hojas que el Se or quiere a pap mucho porque l es bueno - - y esta peque a, la nica que se encuentra, es la que Dios hizo para decirle a Mar a que l La ama - - y estas rojas, sabes mami lo que son? "Son piezas de vestido del Rey David, manchados con la sangre de los enemigos de Israel y sembrados en los campos de batalla y de los campos de la Victoria. Se originan en las tiras de la vestimenta real heroica dividido en la lucha por el Se or" - - sta blanca y suave que tiene siete tazas de seda mirando hacia el cielo, llena de perfumes, y que estaba creciendo por all , cerca de la primavera - mi padre la recogi para m de entre las espinas, se hace con el vestido de Salom n. l la us , en el mismo mes en que naci su peque a nieta, cuando caminaba en medio de las multitudes de Israel delante del Arca y del Tabern culo, en la espl ndida majestuosidad de su t nica. Y se regocij , y cant el c ntico y la oraci n de su alegr a - "Quiero ser siempre as como esta flor", concluye Mar a y como el rey sabio, quiero cantar a lo largo de mis cantos de vida y oraciones ante el Tabern culo. " C mo sabes estas cosas sagradas, mi querida?" Ana le pregunta: " Qui n te lo dijo? Tu padre? No. No's qui n es. Creo que siempre lo he sabido. Tal vez hay alguien que Me dice y yo no lo veo. Quiz's uno de los ngeles que Dios env a a hablar con la gente buena. Mam , me contar's otra historia? ' Oh, querida Qu historia T deseas saber? Mar a piensa la cuesti n profundamente, sus pensamientos reflejados en las sonrisas, suspiros, las nubes y el sol que atraviesan su cara. "Una vez m's la historia de Gabriel y Daniel, donde Cristo es prometido" ella dice al fin. Entonces ella escucha, con los ojos cerrados, las palabras que su madre dice, repitiendo en voz baja, como si fuera el mejor recuerdo. Cuando Ana llega al final, Mar a pregunta ' Cu nto tiempo pasar antes de que tengamos al Emmanuel? "unos treinta a os, mi querida ' " tanto tiempo " dice Mar a con profundo anhelo.